Geografía de Catamarca: Crecida histórica del río Balcozna (12 de abril de 2015)

Mapa de gran parte de la cuenca del Río Balcozna.
Las flechas marcan la dirección
hacia la cual fluye el río principal (mapa previo al abandono
del meandro entre Balcozna y Las Lajas).

Una gran crecida del río Balcozna tuvo lugar durante la madrugada del domingo 12 de abril de 2015, provocando un desastre que afectó las localidades de Balcozna, Balcozna de Afuera y Las Lajas, ubicadas al norte del departamento Paclín.

No se trató de una crecida común y corriente, sino de la más importante que afectó a estos pueblos de la cual se tenga memoria en la historia reciente*, superando en magnitud a las recordadas crecidas del año 1992 y 1997 o incluso a las dos crecidas importantes que ya habían ocurrido en el año 2015, en enero y marzo respectivamente.

Hablo de desastre porque si bien el impacto causado por este fenómeno hidrometeorológico no tuvo como consecuencia pérdidas de vidas humanas, sí ocasionó grandes pérdidas materiales privadas y públicas, dejando a parte de la comunidad de los pueblos afectados en una situación lamentable.

Situación meteorológica
Este evento de tiempo severo se corresponde con una situación meteorológica en la que una masa de aire cálida e inestable de origen tropical afectó a las provincias del noroeste argentino durante el 11 y 12 de abril, dando como resultado la formación de tormentas por la noche que afectaron especialmente al sur de la provincia de Tucumán y a los departamentos Paclín, Ambato, Santa Rosa, El Alto y Fray Mamerto Esquiú de la provincia de Catamarca.

Hay que inscribir además a esta situación dentro de la temporada de tormentas 2014-2015, que coincide con la última parte de la estación húmeda en estas latitudes, que comienza en el mes de noviembre y que se extiende hasta el mes de abril.

El desastre

Centro de la Villa de Balcozna. Se observa cómo el río

cavó a los costados, dejando literalmente colgando

partes del concreto del paseo público.

Todo comenzó aproximadamente a las 23:00 horas del sábado 11, cuando las primeras celdas convectivas se comenzaron a gestar sobre la zona norte del departamento Paclín, sobre el área donde se sitúa la cuenca hidrográfica del río Balcozna. Esta cuenca abarca la vertiente oriental de la Sierra de Balcozna, ambas vertientes de la Sierra de Los Pinos y la vertiente occidental de la Sierra del Potrerillo. Comprendidos dentro del área de tal cuenca se erigen los pueblos de Balcozna de Afuera, Los Cordero, la Villa de Balcozna y Las Lajas.

Con el pasar de las horas y ante la permanencia de las tormentas sobre esa área, cuyas precipitaciones no amainaban sino que mantenían su intensidad, la gran cantidad de arroyos que descienden a través de las quebradas y que forman parte de la cuenca del Río Balcozna fueron aportando su gran caudal crecido al río principal que atraviesa las poblaciones anteriormente mencionadas.

No contando con datos oficiales de los acumulados pluviométricos debido a la inexistencia de una estación meteorológica instalada en la zona que los recabe, es útil el relato de los pobladores de la Villa de Balcozna, quienes aseguran que las precipitaciones fueron extremadamente intensas durante un lapso de alrededor de cinco horas. Aproximadamente a las 02:30 de la madrugada se dio el máximo de la crecida en el río principal, lo que significó el inicio del desastre.

Uno de los pocos focos que quedaron en pie.

Villa de Balcozna

Basura acumulada en el tronco de los árboles en plena villa.

Las primeras víctimas fueron los animales que se encontraban en las inmediaciones del cauce del río. Quienes conocen Balcozna, saben que las vacas y los caballos suelen merodear la zona, pertenecientes a los pequeños productores del pueblo. Lamentablemente fueron arrasados por la creciente un gran número de ellos.

Algunos bancos y basura quedaron acumulados

en las nuevas columnas del alumbrado que quedaron en pie.

El arbolado de la costanera del río, compuesto principalmente por sauces, muchos de ellos plantados por los mismos vecinos, también fueron arrastrados por el caudal del río, como así también las mesas y bancos que se encontraban bajo su sombra. Los más afectados, fueron aquellos que se encontraban en la vera del río en las partes en las que el mismo carecía de un muro de contención.

A continuación, los postes de luz y los del tendido eléctrico, fueron volteados y algunos de ellos llevados por la creciente produciendo terribles daños en la conexión eléctrica dejando a oscuras al pueblo. A su vez, las cañerías de agua que atravesaban el río y que suministraban ese recurso a las viviendas ubicadas sobre la costanera oeste del mismo, fueron arrasadas.

La zona del "Espejo de agua", irreconocible.

El cauce del río se fue ampliando mientras los procesos erosivos desencadenados por la gran cantidad de agua en movimiento fueron cavando la superficie adyacente al cauce común, lo que incluye partes de la calle principal, a la que le removió el pavimento en algunos sectores, como por ejemplo en la zona cercana al puente sobre la Ruta Provincial 9, al lado del parador municipal y cerca del "Espejo de agua" y de la Hostería Loma Hermosa.

Desde la zona de la Hostería Loma Hermosa

hacia el norte, la calle principal fue muy afectada.

Allí, gran parte del pavimento fue removido.

Decimos entonces, que el agua alcanzó el nivel de la calle principal, lo que ya es un dato importante, debido a que podemos comparar la crecida con otras anteriores, como las de los años 1992, 1997 e incluso las dos anteriores del año 2015. Pero en el caso de este evento, ese nivel fue incluso superado afectando las viviendas ubicadas hacia el este del río donde ingresó gran cantidad de agua, arena y barro, dañando varias viviendas e inutilizando el amoblado y las pertenencias de otras.

Podemos ver cómo en la zona central de Balcozna se acumuló gran

cantidad de basura en los árboles y en los bancos que quedaron en pie.

Por suerte, durante el momento en el que las viviendas fueron inundadas, las mismas o se encontraban deshabitadas por ser sólo casas de veraneo, o bien si estaban ocupadas, las personas pudieron resguardarse sin sufrir daños. Durante el momento más importante de la crecida, incluso dos automóviles fueron arrastrados por la creciente, uno de los cuales se encontraba en el jardín de una de las casas.

En la zona sur de la villa, lugar de confluencia del arroyo El Potrerillo con el Río Balcozna, se encuentran un parador municipal y el matadero. Según los relatos y las fotos, ambos sufrieron grandes daños estructurales además de la pérdida de las pertenencias que se encontraban en su interior. El parador ubicado al norte de la villa, en la zona conocida como "El Codo", también fue terriblemente dañado, ya que su estructura funcionó como un perfecto obstáculo para la acumulación de todo tipo de materiales arrastrados por la creciente, como palos, postes, troncos, etc.

En esta construcción se puede ver el nivel que alcanzó el agua.

Una de las pérdidas más importantes fue la de la pasarela de concreto, emblema paisajístico de la villa, que se encontraba en el corazón de Balcozna. Luego de las dos crecientes anteriores, la del 20 de enero y la del 9 de marzo, se fue debilitando, y finalmente su estructura no aguantó el embate de esta nueva crecida y sucumbió ante el poder de arrastre del agua. La destrucción de este puente se suma a la de la pasarela colgante que se ubicaba sobre el badén que fue arrasada por la creciente del 20 de enero.

Algunas partes del paseo peatonal público de la costanera del río también fueron destruidas, además del muro de contención que los protegía. Esto pasó por ejemplo, al frente de la escuela de Balcozna.

Balcozna de Afuera y Las Lajas

Postal del lugar donde estaba la pasarela.

La población de Balcozna de Afuera que tenía sus viviendas en la cercanía del cauce del río también fue seriamente afectada. Muchas familias perdieron sus pertenencias cuando el agua ingresó a sus viviendas. Algunos relatos dan cuenta de que algunas personas tuvieron que resguardarse en la altura de las lomadas cercanas a sus casas para salvar sus vidas.
La Ruta Provincial 9 también fue destruida en algunos sectores, por ejemplo en la zona donde se encuentra el badén camino al puesto El Sauce, que también fue arrasado. Esto trajo como consecuencia la imposibilidad de lograr la conexión con el departamento Ambato a través de la Cuesta de Singuil, unos kilómetros adelante.

La crecida también se llevó otra importante pasarela de concreto, la que se encontraba camino a la Hostería Balcozna, antes de llegar al lugar conocido como "El Saltón". Además, el puente colgante y el badén que conectan la villa de Las Lajas con la Villa Los Martínez fueron destruidos. El primero totalmente y el segundo parcialmente.

Causas del desastre

Causas climáticas
Este evento se encuadra dentro de una temporada de lluvias que se caracterizó por la ocurrencia de numerosas tormentas severas con altos acumulados pluviométricos durante tiempos prolongados de duración que afectaron varios lugares del noroeste del país. Ahora bien, las causas de una temporada de esas características han intentado ser explicadas por los expertos, sin llegar a una conclusión unívoca.

Algunos han expresado que se trata de una temporada de lluvias con eventos meteorológicos nunca antes vistos en la zona y que son producto de un cambio climático en vez de característicos de los climas de la zona.

Otros mencionan que se trata de una temporada influenciada por la presencia de la oscilación del Niño.

Parte del paseo peatonal público que fue destruido junto con

el muro de contención al frente de la escuela.

Por otro lado, también se ha explicado que la influencia de otra oscilación se hizo presente en gran parte del territorio nacional produciendo una temporada inusualmente húmeda en el noroeste del país, la oscilación Madden y Julian.

Con respecto a la primera postura, es necesario aclarar que es un tanto apresurado sacar una conclusión de esa naturaleza, puesto a que no existen datos climáticos estadísticos disponibles en la provincia para aseverar empíricamente que una estación lluviosa con estas características jamás se haya dado anteriormente. Con respecto al evento que ocasionó esta crecida específicamente, no podemos decir que jamás ocurrió antes si no tenemos estadísticas de varios cientos de años al menos. Las crecidas importantes de los años 1992 y 1997, como así también ciertos indicios de crecidas anteriores, como lo explicaremos más adelante*, demuestran exactamente lo contrario.

Foto de archivo de la pasarela

de la villa de Balcozna que fue arrasada.

Entre las dos explicaciones siguientes, parece ser la de la influencia de la oscilación Madden y Julian la más acertada. Se trata de una anomalía atmosférica que afecta a gran parte del territorio nacional produciendo un flujo de aire húmedo e inestable que se desplaza a lo largo del planeta en dirección oeste-este, que produce altos niveles de convección y por consiguiente, aumentando la actividad que ya es propia de la estación húmeda en el noroeste de Argentina.

Es evidente que existe gran dificultad para asegurar fehacientemente cuáles son los factores de la dinámica de la atmósfera que se combinaron para tener una estación lluviosa de esta naturaleza.

Causas antrópicas

Foto de archivo de la pasarela que fue destruida en Las Lajas.

Con respecto a los factores antrópicos que influyeron para que se produzca el desastre hay que mencionar varios puntos.

El primero consiste en el hecho de que la mayoría de las viviendas se encuentran en una zona peligrosamente cercana al cauce del río. La disposición lineal de las casas sobre la calle principal, se encuentra a un promedio de 20 metros o menos en paralelo al cauce normal del río, haciendo que las viviendas sean susceptibles de ser afectadas por crecidas de esta naturaleza.

Foto de archivo del puente que fue destruido en la creciente

anterior, la del 20 de enero de 2015.

Segundo, se construyeron paradores municipales, increíblemente casi sobre el cauce normal del río, es decir, sobre el lecho mayor esporádico, exponiéndolos incluso a crecidas de menor magnitud que ésta. Desde el momento en que comenzó la construcción de los mismos, muchos cuestionamos la incorrecta decisión de ubicar los paradores en un lugar con semejante grado de peligrosidad, a sabiendas de que se convertirían en verdaderas bombas de tiempo esperando ser detonadas.

Tercero, los puentes que fueron destruidos no recibían el mantenimiento necesario para extender su vida útil. El caso más evidente era el del puente colgante azul que se encontraba sobre el badén al norte de la Villa de Balcozna, que se encontraba muy deteriorado.

Por último, cabe preguntarse si el aumento de los desmontes sobre parte de la cuenca hidrográfica del río influyó en la cantidad de agua de lluvia que sus superficies pudieron contener, haciendo que el aporte de la misma al río principal fuera mayor del que habría sido si esos campos no hubieran sido desmontados. De esta forma, es posible que un evento meteorológico similar en el pasado no hubiera dado como resultado semejante cantidad de agua vertida al río principal.

Esos factores, que tienen que ver con el desconocimiento de la posibilidad real de ocurrencia de estos fenómenos, con el descuido, la negligencia, la indiferencia o el desinterés por parte de las autoridades responsables de la configuración espacial, aumentaron enormemente la vulnerabilidad de estas localidades ante la presencia de la amenaza de una crecida histórica producida por una situación meteorológica excepcional.

¿Nunca ocurrió algo así?(*)

Es necesario aclarar que al hablar de desastre, estamos diciendo en otras palabras, que el fenómeno que ha ocurrido ha producido un impacto negativo sobre la población. Por lo tanto, si una crecida de estas características ya ha ocurrido antes de que existiera población asentada en estos lugares, no hablaríamos de desastre, pero sí de un evento hidrometeorológico de gran magnitud.

De hecho, existen en algunos puntos de Balcozna, ciertos signos que indican que ya ocurrieron eventos de esta magnitud, o de magnitud incluso mayor, en el pasado. La presencia de grandes rocas dispuestas a distancias considerables del cauce normal del río, hace pensar que las mismas llegaron hasta allí como consecuencia de haber sido transportadas y depositadas en aquellos sitios por un evento que pudo haber sido incluso mayor que el 12 de abril de 2015.

Si esta gran crecida del pasado ocurrió, es probable que haya sido en una época anterior a la existencia de estas localidades, ya que no hay relatos de ella y es a eso a lo que me refiero cuando digo que la crecida del 12 de abril de 2015 fue la más importante de la que se tenga memoria.

Esto hace pensar en la posibilidad de ocurrencia de eventos de gran magnitud espaciados por períodos de tiempo prolongados y cíclicos, que quizá se manifiestan cada vez que los factores meteorológicos y climáticos necesarios se combinan para desencadenar un fenómeno de esta naturaleza.

Tal circunstancia obliga a tomar cartas en el asunto y poner manos a la obra para tratar de que otro desastre de este tipo no se repita. Para ello, la construcción de obras de infraestructura eficientes es esencial, además del mantenimiento de las mismas para que continúen siendo efectivas con el pasar del tiempo. Es necesaria también la instalación de estaciones meteorológicas en las localidades y de un servicio meteorológico en la provincia que se dedique no sólo a recabar datos sino también a alertar a la población sobre la probabilidad de ocurrencia de eventos de tiempo severo. Cuestiones con las que sabemos, no contaban estas localidades antes del desastre.

A CONTINUACIÓN, presento un documental que trata el cambio en el paisaje de parte del río Balcozna como consecuencia de este evento hidrometeorológico: el abandono del meandro que se ubicaba entre la Villa de Balcozna y Las Lajas. Este material está pensado como una forma de entender los cambios en el paisaje mientras se realizan jornadas de trekking y exploración. El documental fue realizado en conjunto con la profesora de arte Daniela CG.